Cuando surgió mi
nombre para el editorial de este calendario, debo confesar que lo primero que
pensé es de qué manera podía decir en pocas palabras: “Gracias, querido amigo.
Gracias.” Y puedo asegurar que las frases que surgían de mi “Brother EM-31”
causarían envidia por lo menos a la mitad de los escritores del Siglo de Oro
Español, y sin duda alguna, una profunda angustia a la mitad más uno de mis
compañeros de vida, a mis hermanos, a mis amigos, a todos ustedes que son
simplemente todo eso.
Yo no quiero pensar en tener que hablarle al “congratulado espectador,” al que
le vendemos un abono o una localidad y decirle: que espero verlo nuevamente, que
su presencia ha dado un toque distinto… y etc., etc… Yo, nosotros, deseamos
seguir hablando y siendo como siempre fuimos, como usted nos conoció en la
pasada heroica temporada inicial. Usted que hoy está nuevamente en su butaca, o
que está planificando el momento de llegar al teatro. A usted que nos ayuda con
su aporte económico, mucho más con su presencia, que hoy no está en el teatro
porque pagó una localidad y espera algo. No… usted hoy está en el teatro porque
quiere compartir nuestros sueños, compartir un sentimiento como el noble escudo
que nos amparará y defenderá de todo aquello que nos aparta y aleja antes del
apretón de mano.
Cómo decir entonces “Gracias, querido amigo. Gracias.” A usted que es mi amigo,
nuestro amigo, porque ama el teatro, a usted que siempre nos regaló una sonrisa,
el mismo que silenciosamente compra un abono en la seguridad de compartir la
inmensa alegría de vivir. A usted que le doy – como en los viejos tiempos – el
mando para que comience la temporada, y mientras yo le digo muy queda como
íntimamente “Gracias, querido amigo. Gracias,” usted a toda voz dará la orden:
ARRIBA EL TELÓN… PARA EL TEATRO DE LA LUNA…
Mario Marcel
Director Artístico |