ABRAZO AL NOVENO FESTIVAL
INTERNACIONAL DE TEATRO HISPANO
Hace muchos años advertí que la vida no era lo que
comúnmente conocemos como la “vida real”. Hace muchos años entendí que
para vivir intensamente había que inventarse la vida, que lo otro era
esperar el retorno y salpicarse de sombras angustias, con discretos
atisbos de luz.
Entonces, en esos momentos, descubrí el teatro, la poesía, la danza, la
música, las artes plásticas, la literatura… Descubrí a quienes de la
nada teñían de esperanza la cotidianidad y transformaban el espacio y
los tiempos en luminosidad y desde ya supe, que el tránsito por este
valle de lágrimas sería llevadero.
Una mañana decidí con quienes quería convivir. Buscaba a Dios con tal
intensidad que no fue difícil el encuentro. Los creadores del mundo que
habitaba, aquellos hechos a su imagen y semejanza, los artistas, los
magos de la cotidianidad, los soñadores, los muchas veces incomprendidos
para quienes los valores distan mucho de los parámetros establecidos por
el mundo que vivimos, me sorprendieron y de repente lo entendí todo.
Un artista es una especie de ángel que con su trabajo vislumbra el
paraíso prometido. Por eso agradezco al Teatro de la Luna, puente
permanente de lo mejor de dos mundos, el honor de presidir bajo el
titulo de Festival Internacional de Teatro Hispano, este encuentro en el
2006.
Como dominicano, habitante de una isla, constantemente rodeado de mar y
bañado de trópico, asumo esta distinción en nombre de todos los artistas
de mi patria y traigo de ellos el abrazo fuerte e intenso de un caribe
orgulloso donde en cada mañana nos rebosa la pasión existencial y el
deseo de estrechar nuevos lazos con nuestros hermanos del mundo.
Felicito a los organizadores de este prestigioso Festival de teatro
hispano y a todos los compañeros teatristas que engalanaran el escenario
del Teatro de la Luna con cada una de sus presentaciones.
A todos los fabricantes de utopías y quimeras de aquí y de allá, el
abrazo más grande. La vida, tal como aseguró aquel hombre de teatro hace
ya tantos siglos, es, sobre todas las cosas, sueño, puro sueño.
Freddy Ginebra Director de Casa de Teatro - Santo Domingo, República
Dominicana
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