Doctora en
letras por Duke University, es especialista en estudios culturales
argentinos. Enseña en el Departamento de Lenguas Modernas del College of
William and Mary en Virginia. Ha publicado numerosos ensayos y traducciones
de crítica literaria, y su trabajo más reciente sobre la memoria pos-dictadura
ha aparecido en
Revista Canadiense de
Estudios Hispánicos
Social Justice
y PMLA.
Es co-traductora con Alice Nelson de La insubordinación de los signos
y Masculino/femenino de Nelly Richard (Duke UP, 2004), y sus
traducciones de la poesía de Juana Goergen han sido publicadas en la revista
literaria bilingüe Tameme. Como poeta, su trabajo ha aparecido en las
revistas Diálogo, Letras femeninas y Carpetas de Poesía Luz,
en la antología
Poetic Voices Without Borders
(Gival Press, 2005) y en la exhibición de fotografía y poesía Argentina:
A Tale of Two Cities (University of Delaware, 2003). En 1988 recibió el
premio Clarence Urmy en poesía (Stanford University) y en
1999 ganó
el premio Voces Selectas en poesía de Luz Bilingual Publishing.
Sobre su
primer poemario, Exorcismos (Betania 2004), escribe Teresa Longo:
“Tandeciarz se desliza de la muerte a la vida y de la negación a la
afirmación.” Ahora bien, no es exactamente la muerte lo que ella niega, sino
“el espacio que separa,” para usar las palabras del filósofo John Berger.
Hay en la obra de Tandeciarz una constante tensión poética ―el acto de
escribir en la encrucijada del amor y la muerte, de la ausencia y la
comunión― que transporta a la poeta del espacio en blanco hacia la
liberación por medio de las palabras.
En sus
poemas más recientes, la poeta recorre la geografía de la memoria, volviendo
a sitios que han marcado su pasado para negociar el espacio entre el amor y
el olvido. A esta serie pertenecen sus poemas “Galápagos” y “Buenos Aires
2002,” entre otros “homenajes.” |